Una de las motivaciones principales de SLMFV consiste en construir espacios de práctica y composición instantánea que descentralicen los núcleos y discursos hegemónicos en torno al cuerpo y la danza.
Nos interesa construir experiencias reales, auténticas, en dónde la potencia poética emerja de la experiencia genuina -y social- que supone trabajar el cuerpo y su movimiento en relación con otros cuerpos y con el espacio.
La experiencia dentro del ciclo Dilluns Ballables, espacio coordinado por Einat, fue para nosotras una confirmación de que dicha potencia se encuentra en el estado de presencia y responsabilidad creativa de los cuerpos, independientemente de su edad, su origen y su background vital.
Nos hemos encontrado con un grupo de mujeres de diferentes edades y contextos, que se encuentran en un estudio precioso inmerso en el medio del campo a estudiar y practicar física, artística y somáticamente diferentes propuestas que organiza Einat con muchísimo cuidado y amor. Nos hemos encontrado con un grupo afianzado, con cuerpos disponibles, con ganas de jugar, de experimentar, de trascender limitaciones y de absorber información nueva.
En pocas horas estábamos ya atravesando desafíos compositivos de complejidad técnica con una facilidad sorprendente. Es evidente que es un grupo que lleva haciendo un estudio profundo y sostenido en torno al cuerpo y a sus potencialidades que se refleja en una disponibilidad imprescindible para enfrentar nuestro tipo de trabajo.
Nos hemos llevado una experiencia muy nutritiva a nivel profesional y humano, confirmando una vez más que el camino para recuperar la soberanía de nuestros cuerpos se da en espacios sinceros, comprometidos, sostenidos y por sobre todas las cosas amorosos, como éste.